Nos encontramos ante la restauración de una mesa de marquetería de hueso y ébano, cuyo diseño se complementa con una chapa de palo santo, maderas nobles y hermosas, que requieren de un cuidado especial debido a sus características particulares.
Cuando esta pieza llegó a nuestras manos, las múltiples grietas ocasionadas por la contracción natural de la madera eran bastante notorias, lo que afectaba la integridad y estética de la pieza. Además, había sufrido una considerable pérdida de la chapa de palo santo, lo que dejó áreas expuestas que, junto con las grietas, deterioraban la apariencia general de la mesa. A lo anterior hay que añadir que la marquetería de hueso y ébano estaba visiblemente dañada con faltas y algunos fragmentos desplazados, lo que acrecentaba la complejidad de su restauración.
Para abordar esta restauración, seguimos un proceso meticuloso que nos permitió devolverle a la mesa su esplendor original, respetando su estructura y materiales.
En primer lugar, procedimos a lijar cuidadosamente toda la superficie de la mesa. Este paso fue esencial para eliminar las marcas, la suciedad acumulada y cualquier irregularidad que pudiera haber quedado de años de uso y desgaste.
A continuación, nos centramos en las áreas afectadas por la pérdida de la marquetería. Reemplazamos cuidadosamente las piezas faltantes utilizando materiales similares y respetando el patrón original. Además, realizamos el cegado de las grietas.
Una vez reparadas las grietas y repuesta la marquetería, fue necesario enrasar y alinear las superficies de las piezas repuestas con la superficie original. También, se trabajó en la uniformidad del tono y la textura de las piezas repuestas, buscando que todas las reparaciones se integraran armoniosamente con el resto del mobiliario.
El proceso de restauración continuó con el pulido de la mesa, con el fin de obtener una superficie suave y libre de imperfecciones. Posteriormente se aplicó una capa de goma laca transparente con muñequilla, lo que proporcionó una protección efectiva frente al desgaste futuro, asegurando así la durabilidad de la pieza y otorgándole un acabado brillante y sedoso.
El trabajo realizado no solo devolvió la funcionalidad de la mesa, sino que también rescató su belleza original, así como su aspecto elegante y refinado.
La mesa ahora luce como nueva, con su marquetería restaurada, las grietas cerradas y una superficie perfectamente nivelada. La capa de goma laca aplicada resalta el contraste entre el hueso, el ébano y el palo santo, destacando la riqueza de estos materiales.
Este trabajo de restauración no solo es un ejercicio técnico, sino también un homenaje al arte de la marquetería, que perdura a través de las generaciones.